Tres microcuentos del libro "Realidades inevitables", que llevo preparando hace varios años:
PARADOJA DE SANGRE
Después de arrancarle la vida al peligroso delincuente de un fulminante disparo, el policía encubierto descubrió que el cadáver que yacía frío en el piso, polvoriento y húmedo, era el de su hermano menor a quien hacía más de veinte años no veía.
DE INFARTO
El mortífero espasmo que sintió en mitad del pecho le ahogó el grito de gol con el que celebraba el triunfo de su venerada selección nacional de futbol.
INEVITABLE
Por más que corrió hasta quedarse sin alientos, la muerte la alcanzó al doblar la esquina oscura y solitaria y al sentir el frío metal que en las manos del vagabundo le atravesara su dulce y tierno corazón.
Comentarios
Publicar un comentario