Aunque
les pueda parecer extraño a algunos puristas de la literatura, ésta puede ser
utilizada como un novedoso recurso pedagógico para abordar la enseñanza de
diversos temas de marketing. Al menos así ha podido demostrarse en la
planeación y ejecución de rigurosos experimentos científicos llevados a cabo en
diferentes regiones del país.
Apoyados
en la interdisciplinariedad propia de los tiempos actuales, en todos ellos se escribieron
textos como pretextos para el abordaje de la complejidad temática inmersa en
las variadas teorías alrededor del comportamiento del consumidor. Se
entrelazaron los aspectos lúdicos, culturales y creativos en la búsqueda de la
construcción del conocimiento de algunos de los fundamentos de mercadeo.
Como
se sabe, la literatura recrea e ilustra la representación que tiene el hombre
de su entorno, dejando ver sus formas de vivir, de hacer, de percibir. En tanto
que tal, ella puede visualizarse como un valioso recurso de comunicación que
puede causar relevantes impactos en el lector. Bien sea un aprendizaje, un
reconocimiento de sus propias circunstancias, la incorporación de ciertos
hábitos o su movilización en pro del desarrollo de nuevas acciones.
Por
ser una actividad creadora del hombre que expresa su realidad, la literatura revela
valores, tradiciones, costumbres, hábitos, comportamientos y formas de pensar
de un grupo social, elementos valiosos a la hora de querer ilustrar y recrear
conceptos de mercadeo o de querer conocer mejor dicho grupo para poderle llegar
de una manera efectiva y agradable y cautivarles con ciertos bienes o
servicios.
Por
su parte, el mercadeo visto desde lo estrictamente social tiene que ver con la
vida de todo el mundo, de la sociedad en la cual cada empresa desarrolla su
accionar organizacional. No podría concebirse un mercadeo sin la presencia de
los individuos y las organizaciones que ofrecen y/o demandan determinados
bienes o servicios. En su práctica, no se puede descartar la incidencia de la cultura
porque cualquier persona o institución está inmersa en un conjunto de
instituciones y simbolismos que afectan las percepciones, las preferencias, los
comportamientos. La sociedad da forma a sus valores y creencias y tanto los
individuos como las organizaciones absorben una visión del mundo que define sus
relaciones con ellos mismos y con otros.
Y
dado que la cultura trata del proyecto de vida de un grupo humano, no es raro
recurrir a ella para el estudio del mercadeo, y con mayor razón cuando se
quiere incursionar en mercados culturalmente diferentes. En su interior se
detectan los patrones de comportamiento y de consumo de sus miembros, lo cual
incide en la conducta de los agentes del mercado que toman parte en los
diferentes tipos de intercambio realizados.
Es
claro entonces, existe una clara convergencia entre literatura y marketing. La
literatura se encarga de relevar la realidad o la ficción inmersa en las
diferentes piezas creativas de sus autores y el marketing se vale de ellas para
recrear tales circunstancias en la mente de estudiantes e interesados en sus
postulados. La literatura es un recurso pedagógico de innegables beneficios en
la enseñanza del mercadeo, no hay duda.
Dagoberto Páramo Morales
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