Frente a los retos que tendrá el marketing durante los próximos años que serán de dura crisis vale la pena recapacitar sobre su esencia. Lo primero que debe reconocerse es que éste no es una técnica que al repetirse de manera mecánica produce resultados por muchos envidiados. Las investigaciones científicas han demostrado que el marketing es un proceso social dado que su materialización se concreta cuando en el mercado se encuentran oferentes (empresas y organizaciones) y demandantes (consumidores, compradores, clientes) en busca de un beneficio mutuo. Contrario a lo que muchos piensan y promueven, el marketing no se circunscribe al clásico modelo de las 4 P’s (producto, precio, promoción y plaza); va mucho más allá. Se relaciona tanto con la comprensión del fenómeno de consumo que hoy todos apreciamos a lo largo y ancho del país como con la respuesta que se pueda preparar e implementar de manera accesible y oportuna. En medio de esta necesaria precisión y como una contribución a
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